A part de desconectar totalmente del “mundanal ruido”, no he podido evitar hacer un Post sobre todo lo que observé en Japón por lo que a la Moda y al Estilo se refiere.
Desde que llegué, no paré de sorprenderme por muchísimas cosas, pero sin duda la moda y el estilo fue una de ellas (defecto profesional, supongo).
Es un país muy práctico, donde no se complican la vida y todo son facilidades. Facilidades que llegan al punto que sólo hay dos tallas y el calzado va por centímetros. Pero no hay problema, porque todas las tiendas tienen las equivalencias de tallas y números con Europa, Estados Unidos, etc.
La parte más tradicional del país se concentra en Kyoto y sus alrededores y, efectivamente, es donde encontré más indumentaria tradicional (quimonos).
Tokyo es la modernidad personificada y, a la vez, la libertad total donde cada cual transmite su personalidad y nadie juzga a nadie. Shibuya (donde hay el famoso cruce) es un desfile de adolescentes y de color. Personalmente, mi zona preferida de Shopping de Tokyo es alrededor de la estación principal donde los centros comerciales tienen firmas Made in Japan.
Y, finalmente, a lo largo del viaje pude ver que los estampados preferidos de las japonesas son los topos y las rayas (en general, usan prendas lisas), les gusta el estilo baby doll, las faldas hasta la rodilla, el tul, los detalles femeninos. Y paseándome por centros comerciales, muchas llevaban chalecos de punto con camisetas o camisas blancas debajo. Casi todas las tiendas los tenían en verde, negro, azul, blanco…
Los hombres que trabajan no se complican la vida: camisa blanca, pantalón negro, zapato oscuro, maletín negro y, como no, el móvil en la mano.
Es una sociedad hiperconectada pero que tiene una potente tradición que lo invade todo.